12.2.2008
Gobiernos europeos contra los ciudadanos que descargan
Nadie diría que en pleno siglo XXI, en 2008 para más señas, Europa se acabaría consolidandose en el año 1984, cuando no en fechas incluso anteriores. ¿Porqué 1984? Sencillo, poderosos gobiernos de países como Francia y Gran Bretaña han decidido ceder a la presión de los lobbys de la industria del entretenimiento para monitorizar, amenazar y desconectar a sus ciudadanos de la red de redes, Internet, por el mero simple y cotidiano hecho de descargarse contenidos protegidos por copyright.Es un hecho especialmente grave por muchas de las consecuencias que se derivarán, como la intromisión de los proveedores de Internet en las comunicaciones privadas de sus abonados, o la demonización y persecución de unos ciudadanos cuyo único delito es haber visto que otro modelo de negocio audiovisual es posible. No sólo posible, sino incluso necesario.
Francia y Gran Bretaña preparan proyectos similares para controlar qué, cuánto y cómo se descarga. Quedaría saber si acabarán obteniendo más información de “interés” que aquella de la que hablan. Se me ocurre que pese a que tal vez sólo filtren protocolos P2P (eMule), esto no durará mucho debido a las posibilidades que existen de descargas directas, con lo que por ende acabarán teniendo que monitorizar todas las comunicaciones de los ciudadanos. Sí, en efecto, los correos electrónicos también deberán ser monitorizados.
En otras palabras, lo sabrán y conocerán todo. Un Echelon legal, un Echelon europeo con la escusa de la supuesta defensa de los artistas (mejor dicho la industria que explota a los artistas).
Así tanto gracias a lo que obtengan del P2P grandes compañías de Internet, entidades de gestión, industria del entretenimiento y gobiernos sabrán lo que más gusta, lo que menos gusta, lo que se descarga o deja de descargar, los correos privados, los mensajes de amor…, las cuentas bancarias, los negocios incipientes. Nos tendrán controlados, monitorizados, vigilados de forma absoluta.
Y luego queda la amenaza, la intimidación, el “meter el miedo en el cuerpo que alguien te vigila en todo momento”. Luego sólo queda desconectar a los molestos, a los críticos, a los insidiosos y más adelante seguir cambiando el pasado, reescribiendo la historia, siempre a su favor.
Millones de compañeros internautas en Francia, millones de compañeros internautas en Gran Bretaña y en el mundo están siendo amenazados porque la industria del entretenimiento se niega a cambiar y adaptarse. El futuro de la tecnología por lo visto se pliega a los poco razonables, a los cerrados de mente, a aquellos que odian y rechazan todo avance social y tecnológico.
Pero lo que no entiende el gobierno británico (y el frances), y es algo que debiera recordar pues ya algo les pasó como hace unos doscientos y pico años, es que los internautas no son bichos raros, no son una especie aparte. Los internautas somos ciudadanos y cada vez más y más concienciados. Somos ciudadanos que estamos siendo atacados y espiados. Recordemos esta famosa parte de la Declaración de Independencia de los EEUU:
“Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad.”
Estos gobiernos y sus maniobras tipicamente fascistas deberían tener mucho cuidado, pues somos muchos millones los ciudadanos que estamos algo más que simplemente cansados del trato que nuestros representantes (elegidos por nosotros) nos dispensan. Es posible que la revolución empiece pronto, eso sí, luchando con las mejores armas que poseemos, la propia Internet que está amenazada, la razón y los argumentos.
Al final tendremos que darnos cuenta de que no sólo es un derecho, sino una obligación actuar contra los gobiernos represores y supuestamente democráticos. Llegará el momento en que nos demos cuenta de que somos nosotros los que damos el poder, por lo tanto los mimos que podemos arrebatarlo.
Vía Ningunterra.com