11.7.2008
Comunicado de Traxtore: las mentiras del canon y la orden ministerial
Artículo original sobre el canon en este enlace que reproducimos en su integridad para dar la mayor difusión posible.
CLAVES Y MENTIRAS DE LA ORDEN MINISTERIAL
1 de julio del 2008 será recordada como la fecha en la que entró vigor la obligación al pago de la tasa más abusiva, irracional, desproporcionada, privilegiada y oscura, apoyada y aprobada en una etapa de curiosa democracia que beneficia a colectivos capaces de ofrecer un escaparate de “supuesto” orden y sospechoso “florecimiento cultural de factoría” y concretamente, en el caso de SGAE & Cia, adobado con un potencial económico que las hacen ir de la mano de motores económicos y empresariales nacionales e internacionales para decidir e influir a favor o en contra de NUESTRAS leyes.
Mientras, invierten lo que sea necesario para elevar su mensaje absurdo y falso sobre una crisis cultural inexistente.
Semanas antes de las elecciones 2008 teníamos el borrador de la orden ministerial que iba a regular el pago del canon en España.
CLAVES:
1º.- SGAE & Cia no aportan la documentación necesaria y requerida para la redacción de la orden.
El borrador dice que SGAE & Cia estiman que la copia privada les hace perder 110.149.011 € anuales. Para argumentar esta cifra desconocemos que estudios, peritajes o informes han aportado, lo único que conocemos es que el “prestigioso” bufete Berkovitz-Carvajal realizó un estudio, encargado por las propias entidades, y que en dicho estudio cometió la gran torpeza de repartir las perdidas entre la Copia Privada y las descargas “ilegales”.
Como gravar a los ciudadanos con el pago de una tasa para compensar unas perdidas “no demostradas”, causadas por algo que solo ELLOS consideran delito poco tiene que ver con la copia privada…el informe BLUF , ¡Desaparecido!
2º.- SGAE & Cia y Gobierno ignoran a los creadores, licencias libres, usos profesionales y particulares gravando con una tasa cualquier uso o adquisición de tecnología.
En ninguna parte del borrador se contempla el uso, consumo, distribución o difusión, en definitiva la existencia de obras sujetas a licencias libres y por cuyo cobro de esta tasa sobre las mismas será una apropiación indebida.
Tampoco contempla el uso de materiales “idóneos” en una empresa, administración pública, centros médicos, enseñanza etc.…
Entidades de gestión y Gobierno consideran que desde los soportes utilizados para las copias de seguridad de una empresa hasta los discos duros de un centro oncológico han pagar a SGAE por los derechos de autor de su lista privada de representados.
3º.- Más acuerdos suscritos por parte de una entidad privada sin consulta a sus asociados y por parte del Ministerio de Industria sin consulta ni valoración de daños a los futuros responsables “solidarios” del pago de la tasa.
Esto tiene su gracia, el Ministerio de Industria y las entidades de gestión acuerdan no reclamarse nada mutuamente. Las entidades no van a aplicar la retroactividad a…no sabemos quien….y no sabemos quien no va a pedir que SGAE les devuelva el sobreprecio del canon cobrado durante los años anteriores, por ejemplo en los DVD por los que se ha cobrado desde 0,60 a 1,20 euros + IVA.
4º.- Privilegios a la carta “solo para entidades privadas”.
Si durante los dos años que dure la vigencia de tarifas recaudan 1€ menos de lo pretendido, las tarifas se revisaran al alza. Si se recaudan hasta 7.710.431 € de más “Santa Rita Rita….”
5º.- Meten la pezuña en los discos duros pero se les quedan los dientes largos.
La orden Ministerial de la que hablamos contemplaba que los Discos duros con canon serian “las unidades autónomas de almacenamiento” que en su idioma, de aparentes “ignorantes”, significa discos duros externos.
En una charla oí decir a J. L. Pérez (Promusicae) que el canon era “pan para hoy y hambre para mañana”…no chato no, es un gran pastel para hoy y una mina para mañana, Francisco Ros por su parte repite siempre que se le pregunta por el aberrante canon aprobado, que se trata de una medida transitoria…no chato no, es un medidón que va a meter cientos de millones de euros en las arcas de SGAE a costa de nuestros bolsillos castigados.
6º.- Salto a la torera de protocolos o procedimientos reglamentarios, necesarios y obligados para cualquier ciudadano.
La excusa que nos daban a principios de año para justificar el retraso de las tarifas era que estaban pendientes del dictamen del Consejo de Consumidores. Esta mentira dejó sostenerse cuando nos hicieron llegar el dictamen del Consejo (que por cierto tiene fecha del 2007).
La lectura de la opinión del Consejo de Consumidores es gratificante ya que menciona la fama de oscurantismo gestor de las entidades, valora positivamente el hecho de que dicha gestión pueda llevarse a cabo por entidades públicas, valora el prejuicio económico a los consumidores por una tasa desproporcionada, la existencia de obras, contenidos y licencias libres sobre los que las entidades de gestión no tienen legitimación para recaudar ni un solo céntimo etc.….
Internautas reprodujo este dictamen y la presidenta del consejo de consumidores respondió que el informe no decía eso sino todo lo contrario.
7º.- El poder de presión de SGAE & Cia.
Durante los meses de retraso en la aprobación del “supuesto” borrador se han sucedido decenas de noticias en prensa denunciando todo tipo de intereses ocultos, capitales, patrimonio injustificado, deudas tributarias , denuncias de abuso y mobing sobre sus empleados , sanciones y multas ha socios de SGAE que levantan la voz en busca de claridad contable etc…el gobierno no se pronuncia pero…la Audiencia Provincial de Barcelona decide paralizar los procedimientos de demandas de SGAE contra comercios minoristas (en las que nos reclaman el canon digital sobre cualquier “bien idóneo” comprado desde el año 2000) proponiendo elevar una consulta al tribunal europeo. SGAE & Cia montan en cólera, paren una serie de manifiestos y solo ellos y el gobierno saben cuantas acciones privadas más para forzar la aprobación de las tarifas.
MENTIRAS
8º.- ¡SORPRESA! la Orden ha cambiado.
La Orden aprobada difiere de la que pudimos ver en campaña preelectoral. Que si aquella se nos enseño a pesar de no consultársenos, esta ni siquiera eso, haciendo de nuevo alarde del mayor de los desprecios por parte del Ministerio de Industria tanto a las Pymes que veían en ese ministerio su representación, como a los consumidores a los que se les sigue engañando diciéndoles que el canon es un coste que asume el fabricante y no repercute en el usuario final.
¡Por cierto! En esta han desechado por completo la opinión del Consejo de Consumidores. Estas son las palabras que podemos leer en el B.O.E. al respecto:
“…se ha evacuado la consulta legalmente exigida al Consejo de Consumidores y Usuarios y se ha obtenido el preceptivo informe del Ministerio de Economía y Hacienda”
9º.- La gran trampa de la Orden Ministerial.
Los discos duros serán grabados con 12 € + IVA por unidad y solo estarán exentos aquellos que formando parte de un ordenador y albergando el sistema operativo, sean parte activa y necesaria para el uso y funcionamiento de PC.
En un nuevo alarde de ignorancia fingida, con la que logran el suficiente grado de ambigüedad para ampliar su campo recaudatorio, se permiten perfilar excepciones sin reglar que sistema se va ha seguir para excluir del pago del canon o exigir la devolución de mismo en aquellos discos duros que cumplan los requisitos que ellos mismos han dictado.
LA ORDEN MINISTERIAL APROBADA VUELVE A DEJAR A COMERCIOS Y CONSUMIDORES A LA DERIVA DE LA INSEGURIDAD JURIDICA QUE TANTO BENEFICIA A SGAE & Cia.
10º.- MIENTRAS TODOS “DESACELERAMOS” A SGAE LA HINCHAMOS.
En el borrador de la orden que pudimos ver en campaña preelectoral, los discos duros (unidades autónomas de almacenamiento) se grababan con 12 € al preverse unas ventas de 27.000 unidades. En la nueva orden, se mantienen los 12 € sobre “casi todo disco duro” interno o externo sin tener en cuenta que la previsión de venta de este producto será de aprox. 1 millón de unidades, lo que aportara a las entidades un regalo de casi 12.000.000 €.
11º.- ¿En que situación nos deja nuevamente el gobierno?
A SGAE & Cia (que no a los creadores) en la mejor, al resto en la peor.
Pagaremos más por estos artículos en beneficio de SGAE & Cia que velan por los derechos de autor de menos de 100.000 personas de las que menos del 10% percibirá de forma directa menos del 10% el dinero correspondiente a lo recaudado en concepto de copia privada a través del canon digital.
A falta de comunicación oficial por parte del ministerio de Industria los fabricantes e importadores van a “interpretar” de diferentes formas la Orden publicada en el B.O.E., con lo que los sucesivos adquirientes (de nuevo las tiendas), nos vamos a encontrar con un mercado disparatado, proliferación de canal paralelo y realizando compras de material sin el canon aplicado por parte del fabricante o mayorista.
Como en su día pasara con los sopotes digitales nos dirán que se tratan de restos de almacén adquiridos antes de la entrada en vigor de la orden o que la orden dice que los discos duros internos no llevan canon bla… bla… bla…
Una vez pasado este primer periodo, se habrá minado suficientemente a la cadena solidaria (nosotros) para motivar nuevas auditorias y demandas para reclamar el canon con el mismo carácter retroactivo del cual la misma orden exime a….no sabemos quien…
¿Qué debe hacer una tienda de informática que monte o repare ordenadores para cumplir con lo que la propia orden dice y poder adquirir y vender esos discos duros a su precio justo de mercado? Y el cliente manitas capaz y autosuficiente para reparar, ampliar, modificar o configurar sus propios ordenadores… ¿Cómo podrá exigir que no se le cargue ese sobreprecio?
Ah!!! Claro no han pensado en eso…
SGAE & Cia recaudaran millones de euros de más que gestionarán tan mal como de costumbre en nombre de un reducido grupo de creadores, ya que si fuera mas extenso, no necesitarían de las firmas de discográficas, editoriales, productoras y demás monopolizadores de la industria audiovisual para apoyar sus manifiestos defendiendo el canon, ni tampoco se verían en la insana y vergonzosa necesidad de abultarlos con firmas falsas.
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