28.8.2008
La Comisión Europea vuelve a dar la espalda a los ciudadanos
De nuevo otro ejemplo más de la realidad entorno a los políticos europeos y la Comisión Europea en concreto. Para no repetirnos vamos a copiar el artículo aparecido en http://picallo.wordpress.com el 27 de Agosto:
A día de hoy ya casi nadie se cree que estamos gobernados por políticos. La realidad que ciertos lobbys estan manejando paises a su antojo. Como sabeis, en pleno verano ha saltado la polémica, porque la Comisión Europea. esta preparando un paquete de leyes, para cohartar y limitar las libertades de los ciudadanos.
A parte de esto, hay otro proyecto auspiciado por el lobby de la industria musical para alargar el copyright de 45 a 95 años. Ni que decir tiene que con una ley así los principales benificiados serían las casas discográfica. Como este tipo de leyes no se cuelan tan fácilmente, su primera idea fue la de apoyarse en estudios que apoyasen sus posturas.
Para ello, ha U.E. le encargó una serie de estudios al profesor Bernt Hugenholtz, de la Universidad de Amsterdam:
The Recasting of Copyright & Related Rights for the Knowledge Economy,
www.ivir.nl/publications/other/IViR_Recast_Final_Report_2006.pdf
Study on the Implementation and Effect in Member States’ Laws of Directive 2001/29/EC on the Harmonisation of Certain Aspects of Copyright and Related Rights in the Information Society.
www.ivir.nl/publications/guibault/Infosoc_report_2007.pdf
Y otro más reciente:
Never Forever: Why Extending the Term of Protection for Sound Recordings is a Bad Idea.
www.ivir.nl/publications/helberger/EIPR_2008_5.pdf
Como era de esperar, estos informes eran contrarios a los intereses de los lobbys, y como no les interesaba hacerlos públicos, acabaron en el cubo de la basura
Hugenholtz no se ha quedado callado y en una carta abierta a la Comisión Europea, solicita que sus informes “tengan la consideración debida”, y denuncia que todo el proceso “revela una intención de engañar al Consejo, al Parlamento y a los ciudadanos de la Unión Europea” y que “Este comportamiento refuerza las sospechas generalizadas del público en general, que las decisiones verdaderamente las toman los lobbys correspondientes y no después de un proceso racional de toma de decisiones”.